La calidad de un producto empieza por el diseño de su envase y su etiquetado y que todo ello esté en consonancia con su contenido y con los valores de la empresa que lo comercializa. Como consumidores, es importante que seamos curiosos a la hora de leer una etiqueta, ya que es la llave de entrada a lo que estamos valorando comprar y consumir.
El diseño es un atributo relativo al gusto del productor y valorado por el gusto del consumidor. Lo ideal es que sea atractivo para todos y sea consecuente con lo que se pretende comunicar. Es lo primero que nos entra por los ojos.
Tendremos en cuenta la claridad de imágenes y textos. Que sus mensajes y contenidos no sean engañosos, no ofrezcan o den a entender acciones o funciones mágicas falsas o no contengan lo que indican. Se debe poder distinguir entre características como natural, ecológico, artesano, casero, etc.
Es importante que seamos curiosos a la hora de leer una etiqueta
Nos fijaremos en aquellos logos o grafismos que ayuden a diferenciar los atributos del producto y la empresa. Aumentará la confianza en la marca el hecho de que se pueda identificar claramente los datos del productor o distribuidor, indicando la forma de contacto.
Las etiquetas variarán en función de la categoría o clase de producto en cuestión. No será igual una etiqueta de productos de alimentación, que las de cuidado personal y del hogar o si se trata de complementos alimenticios. En productos de alta especialización y calidad los consumidores dedicaran cada día más tiempo a leer las etiquetas antes de elegir. Decídete siempre por productos claramente etiquetados.
Autor: Pedro Porta. Director y Empresario, Sector Complementos Alimenticios
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