En España está muy arraigada la costumbre de la ducha diaria y la mayoría de la población la considera como el estándar de la higiene básica. Quizá por eso seamos uno de los países donde más gente, en concreto más de tres cuartas partes de la población, se ducha a diario. Y aunque algunos países nos superan (Italia, Portugal, Brasil, Australia), en el resto los porcentajes son inferiores al 65% e incluso al 50%. ¿Significa esto que en otras naciones la higiene es peor? ¿Es necesario ducharse a diario para estar limpio?

¿Qué beneficios tiene la ducha?
La ducha es un método rápido y eficaz de limpieza corporal. Pero además tiene otros efectos beneficiosos sobre el organismo: ayuda a relajar los músculos y a disminuir el dolor, abre las vías respiratorias y disminuye la congestión nasal. Por la mañana, tiene un efecto estimulante y nos ayuda a estar más alerta. Por la noche, tiene un efecto relajante y favorece conciliar el sueño. Para la mayoría de la gente la ducha es un placer y en muchas partes del mundo, aún es un lujo.
¿Ducharse todos los días podría ser perjudicial?
Ducharse en exceso puede ser perjudicial. La epidermis, o capa más superficial de la piel, está formada por una emulsión de agua y grasas que la mantienen hidratada y flexible. La parte acuosa es ligeramente ácida, lo que favorece el crecimiento del microbioma de la piel, el conjunto de bacterias y otros microorganismos beneficiosos que nos protegen frente a infecciones. El exceso de agua, pero sobre todo el exceso de jabones y otros limpiadores, además de secar la piel, pueden alterar esta delicada población de microorganismos y favorecer las infecciones y las alergias. Las personas con piel delicada (por ejemplo, los bebés y las personas ancianas) o con tendencia a la piel seca o atópica son las que más pueden perjudicarse por un exceso de limpieza de la piel. Para estas personas, probablemente una ducha diaria pueda ser demasiado y conllevar más problemas que ventajas.
Si necesitas ducharte a diario o incluso con más frecuencia, usa el gel de baño más suave y adecuado para tu tipo de piel
¿Son beneficiosas las duchas con agua fría?
La exposición controlada al frío parece tener efectos beneficiosos a muchos niveles y existe un creciente interés e investigación por esta técnica. Una ducha fría de 30–90 segundos tiene un efecto estimulante sobre el sistema inmunitario, mejora la circulación, reduce el dolor, aumenta el metabolismo y ayuda a reducir la ansiedad. Algunos expertos creen que podría incluso ralentizar o revertir los signos de envejecimiento. No deben tomar duchas frías las personas que sufren de urticaria por frío o de síndrome de Raynaud, ya que claramente provocarán sus síntomas. Las personas con problemas de corazón o con enfermedades de larga duración, sobre todo si han producido debilidad física, deben consultar con su médico antes de probar las duchas frías y en caso de obtener su permiso, deben iniciarse lentamente en este hábito.
¿Es mejor la ducha que el baño?
El baño es más popular en países fríos y tiene algunas ventajas sobre la ducha, principalmente que sus efectos relajantes a nivel muscular y mental son más intensos. Por el contrario, la ducha consume menos agua y es más rápida. Bien practicados, ambos métodos son igualmente eficaces para limpiar la piel.
Ducharse no debería ser un acto rutinario, sino un ritual consciente y con propósito
¿Cuál es la frecuencia ideal para ducharse?
No existe una frecuencia ideal para todo el mundo. Hay personas que necesitan ducharse con más frecuencia que otras. Esto depende principalmente de la edad, el nivel de actividad física y el clima donde vivas, pero también de características personales. Algunas personas producen más cantidad de sudor, o más concentrado que otras. Si necesitas ducharte a diario o incluso con más frecuencia, usa el gel de baño más suave y adecuado para tu tipo de piel. Es importante que tenga el pH lo más parecido al pH de la piel (5,5-6) o neutro (7) y que contenga nada o una mínima cantidad de sustancias detergentes. Además, trata de no aplicarlo en toda la piel, sino solo en aquellas partes que realmente necesiten limpieza en ese momento. En muchos casos puede bastar con las axilas, los genitales y los pies. Trata de no estar más de cinco minutos bajo el agua.
En definitiva, ducharse es un medio para mantener la higiene personal, y puede contribuir a la salud y al bienestar físico y mental, pero no debería ser un fin en sí mismo. No hay que ducharse «porque me acabo de levantar», o «porque no me he duchado todavía hoy», sino porque en este momento mi piel, el resto de mi cuerpo e incluso mi mente, se pueden beneficiar de una ducha. Ducharse no debería ser un acto rutinario, sino un ritual consciente y con propósito.
Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra, www.creciendoenverde.com
Suscríbete a la Newsletter y recibe El Botiquín Natural gratis cada mes en tu correo
El Botiquín Natural, Prensa Independiente y Gratuita
Leer El Botiquín Natural Agosto 2023