Para mucha gente no hay verano sin helados y la llegada del calor abre la veda para empezar a comer estos postres día sí, día también. Con la excusa de que «solo los como en verano», es fácil perder el control y comer más helados de lo que sería deseable en una alimentación equilibrada. Ahora que, a consecuencia del cambio climático, la temporada de calor cada vez es más larga, esto puede convertirse en un problema que no deberíamos descuidar.

¿De qué están hechos los helados?
Los helados tradicionales están elaborados con leche de vaca, nata, azúcar y uno o varios ingredientes más para darle sabor, por ejemplo, chocolate, vainilla, fresas, pistachos, café… Los helados veganos se hacen con leche o crema de coco, o con leche de avena o soja mezcladas con grasas vegetales. Algunos helados veganos están elaborados con pasta de anacardos o almendras. Además incluyen también azúcar, sirope u otro endulzante, y el resto de ingredientes para conseguir cada sabor específico. Los sorbetes llevan fruta batida o zumo de frutas, agua y azúcar o un endulzante. Además de estos ingredientes básicos, muchos helados y sorbetes industriales, no artesanales, incluyen también conservantes, colorantes y potenciadores del sabor.
¿Por qué no es aconsejable comer muchos helados?
Dos bolas de helado aportan 250-300 Kcal, lo que supone un 10-20% de las necesidades energéticas, dependiendo de la edad, el sexo y otros factores. Esto significa que si comemos helados a diario, o dejamos de comer otros alimentos, o vamos a ganar peso indeseado. Los helados de leche de vaca y de leche de coco contienen además mucha grasa saturada. Pero el principal peligro de los helados es su contenido en azúcar, que ronda los 20-30 gramos por ración. Esto ya supone el límite máximo diario de azúcar libre que debería haber en una alimentación equilibrada, por lo que suponiendo que no comieras nada más con azúcar, un helado al día sería lo máximo que podrías tomar para no sobrepasar este límite. Recuerda que seguramente estás tomando más azúcar del que crees, muchas veces de forma oculta en platos precocinados, salsas, galletas y bebidas.
Disfruta de forma consciente de tu helado ocasional, pero no te engañes a ti mismo pensando que comes algo saludable
¿No son los helados fuente de calcio?
Si los helados están elaborados con leche de vaca o una leche vegetal enriquecida con calcio, pueden aportar entre un 10-15% de los requerimientos diarios de calcio por ración. Pero esto no justifica que los comamos habitualmente. Hay mejores fuentes de calcio, sin azúcar ni exceso de grasa. Las verduras verdes, el tofu, y la leche y los yogures de soja, entre otros, son mucho mejores fuentes de calcio que cualquier helado. Para las personas que consumen lácteos, el yogur natural y el queso fresco son más saludables que los helados y aportan tanto o más calcio. No comas helados «por el calcio». Un helado es un capricho gastronómico que por supuesto nos podemos permitir de vez en cuando, pero que no es necesario en una dieta saludable. Disfruta de forma consciente de tu helado ocasional, pero no te engañes a ti mismo pensando que comes algo saludable.
¿Son mejores los helados con edulcorantes artificiales?
No. Los edulcorantes artificiales no son menos perjudiciales que el azúcar a medio y largo plazo, y tienen sus propios problemas. Los edulcorantes artificiales alteran la flora bacteriana intestinal y pueden causar diarrea u otros trastornos intestinales; algunos dan lugar a reacciones de hipersensibilidad o alergia, y muchos son tóxicos cuando se sobrepasa una cierta cantidad. Además, los edulcorantes artificiales contribuyen a mantener nuestro deseo o adicción por comer alimentos dulces. Los estudios han mostrado que las personas que usan edulcorantes artificiales tienden a comer además más azúcar en otros momentos del día.
¿Hay helados «buenos»?
Sí. Si los elaboras en casa usando plátano como endulzante principal y otras frutas, leche vegetal, cacao puro y frutos secos, sin añadir azúcar, puedes obtener un helado nutritivo y saludable. Este helado sí podrías comerlo todos los días, pero ten en cuenta que dependiendo de la cantidad y el tipo de ingredientes, puede resultar muy calórico y obligarte a tener que reducir la cantidad de otros alimentos, y entonces tu dieta se podría volver monótona. Si quieres comer helados caseros a diario, es imprescindible variar los ingredientes para asegurarte de que te aportan una buena diversidad de nutrientes. Hazlos con frutas diferentes cada vez, aprovechando la enorme variedad que suele haber en verano, y combínalos con distintos frutos secos.
Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra, www.creciendoenverde.com
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