A todos nos ha pasado. ¿Por qué se me ha olvidado el nombre de la persona que me acaban de presentar? Miro un número de teléfono para marcar y ya no lo recuerdo. Memorizamos un dato y de repente, se nos olvida. ¿Por qué sucede esto? La clave está en que la memoria a corto plazo retiene la información muy poco tiempo.

La memoria a corto plazo (MCP)
La memoria a corto plazo (MCP) es la memoria que nos permite retener una cantidad limitada de información durante un periodo corto de tiempo (menos de 1 minuto). La información procesada temporalmente se puede olvidar o pasar a la memoria a largo plazo. Un daño en la MCP puede dificultar la adquisición de nuevos recuerdos en la memoria a largo plazo. Pero, sí sería posible recuperar recuerdos ya almacenados en la memoria a largo plazo.
Todo proceso memorístico pasa por tres fases:
Fijación. Es la grabación de los acontecimientos que permanecerán en nuestra memoria. Si falta esta fase no se podrá memorizar. La fase de grabación es frágil, el principal elemento que permite modificarla es la atención. Cuanto más atentos estamos, mejor grabamos el acontecimiento. El hecho de que grabemos algo asociado a un factor agradable, refuerza la calidad de la grabación. Cuantos más acontecimientos agradables tengamos en nuestra vida, más estaremos grabando.
Conservación. Es el tiempo que retenemos los datos para un uso posterior.
Recuperación. Es el proceso que nos permite acceder y utilizar la información almacenada en la memoria. Cuando hay una dificultad de evocación podemos empezar a hablar de pérdida de recuerdos, de amnesia. Los recuerdos se pierden, en orden inverso a su adquisición. Es decir, lo último aprendido se pierde primero y lo primero que se fijó, es lo último que se pierde. Por eso las personas de edad con algún problema de memoria suele recordar más y mejor los acontecimientos antiguos.
Hay varios medicamentos que pueden causar pérdida de memoria, como los utilizados para tratar la ansiedad o el insomnio
¿Qué sucede cuando recibimos una información o estímulo?
La información que recibimos debe pasar por diferentes etapas para llegar a ser finalmente almacenada u olvidada: Primero percibimos la información, que pasa a través de la memoria sensorial (de nuestros sentidos; vista, oído, olfato o tacto), es automática e inconsciente. De ahí, llega a nuestra memoria a corto plazo, donde es retenida, conscientemente, durante un corto periodo de tiempo. Por ejemplo: el tiempo que transcurre desde que nos dicen un número de teléfono hasta que lo conseguimos apuntar, ahí está actuando nuestra MCP. Después el cerebro tiene que decidir si la información es relevante y queremos recordarla, o no lo es y debemos olvidarla. Si la información es valiosa, el recuerdo pasará a almacenarse en nuestra memoria a largo plazo, este es un almacén permanente donde se acumula todo tipo de información de nuestra vida, por lo tanto, su capacidad es ilimitada, similar a la mayor biblioteca mundial, pero según los neurocientíficos, sólo utilizamos una pequeñísima parte de nuestro potencial.

¿Qué podemos hacer para favorecer la memoria?
Existen varios recursos que pueden ayudar a mejorar nuestra MCP: el más básico, mantener un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, y suficiente descanso y sueño. Además de prestar toda la atención, «atención plena» a lo que hacemos en cada momento (acción difícil actualmente por la presencia excesiva del móvil). También favorece la MCP, aprender nuevas habilidades, como tocar un instrumento o un nuevo idioma. Sin olvidar practicar ejercicios de repetición. Por ejemplo, para recordar un número de teléfono, podemos repetirlo varias veces hasta recordarlo.
Los juegos de memoria, como el de emparejar tarjetas, pueden ayudar a mejorar la capacidad de retener información temporalmente. Crear asociaciones mentales entre la información nueva y la ya existente. Por ejemplo, si es necesario recordar el nombre de una persona nueva, se puede asociar su nombre con un objeto o imagen que ayude a recordarlo. Los ejercicios de concentración, como el yoga, la meditación, o incluso los rompecabezas también son útiles. En internet existen varios test para evaluar la MCP y ejercicios para mejorarla.
¿Qué perjudica la memoria a corto plazo?
Varios factores pueden perjudicarla, como
- El estrés crónico puede afectar negativamente la capacidad de retener información temporalmente en la MCP.
- La falta de sueño. El sueño es necesario para consolidar la información en la memoria.
- El consumo excesivo de alcohol puede afectar la capacidad del cerebro para formar y recuperar recuerdos.
- Fumar, el déficit de vitamina B12 y las lesiones cerebrales, como las causadas por accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneales, también pueden afectar la MCP.
- Para muchos especialistas, el uso constante de móviles y otras pantallas puede conducir a una disminución en la capacidad de atención, y también a pérdida de memoria, en particular, de la memoria a corto plazo.
- Algunas drogas y medicamentos pueden afectar negativamente a la MCP.
- Según diversos estudios científicos el consumo de marihuana puede perjudicar la MCP. El daño dependerá de la edad de inicio del consumo, la cantidad y la duración del mismo.
Los juegos de memoria, como el de emparejar tarjetas, pueden ayudar a mejorar la capacidad de retener información temporalmente
Medicamentos que pueden afectar a la memoria
Hay varios medicamentos que pueden causar pérdida de memoria, como los utilizados para tratar la ansiedad o el insomnio (benzodiacepinas, por ejemplo: alprazolam, diazepam, lorazepam, etc.). Otros sedantes e hipnóticos que no son de la familia de las benzodiacepinas, como el zolpidem, afectan igualmente a la memoria. Los medicamentos anticonvulsivos, también utilizados para el tratamiento del dolor neuropático como la gabapentina, topiramato, carbamazepina, etc. Los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina… (poco usados en la actualidad). Los analgésicos opioides, para aliviar el dolor grave, como: el fentanilo, la morfina, la oxicodona, etc., pueden interferir con la memoria a largo y corto plazo, especialmente cuando se usan durante períodos prolongados. Su uso también se relaciona con la demencia en adultos mayores. Los medicamentos para la incontinencia como la oxibutina, entre otros. Los antihistamínicos (antialérgicos). Los primeros antialérgicos que aparecieron en el mercado como la clorfeniramina y la difenhidramina pueden afectar a la MCP, no sucede lo mismo con los nuevos antihistamínicos como, por ejemplo, loratadina o cetirizina, que no presentan riesgos para la memoria.
Recuerda no suspender ni reducir la dosis de estas medicaciones sin consultar antes a un profesional de la salud, la abstinencia repentina puede provocar efectos secundarios graves.
Complementos alimenticios o suplementos utilizados para estimular la MCP
Algunos de los más comunes son: los ácidos grasos Omega-3, especialmente el DHA (ácido docosahexaenoico), se han relacionado con una mejor función cerebral y pueden ayudar a mejorar la memoria a corto plazo. Las vitaminas del complejo B, especialmente la vitamina B12 y el ácido fólico, son esenciales para la función cerebral. También pueden ser de utilidad el extracto de Gingko Biloba, la Bacopa Monnieri y la cafeína.
Antes de tomarlos es importante consultar con un profesional de la salud que pueda valorar su utilidad y las posibles interacciones con la medicación prescrita por el médico.
Consulta a tu farmacéutico/a está muy cerca de ti. *La información contenida en esta página tiene carácter divulgativo y no pretende sustituir el consejo médico. Ante cualquier duda, consulte con un profesional de la salud.
Autora: Dra. Marta Castells, Farmacéutica
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