El alcohol tiene su incidencia principalmente en el sistema nervioso central y en el hígado. Existen muchas teorías que intentan explicar porque el alcohol produce adicción, pero al día de hoy no se sabe exactamente los mecanismos que intervienen. La adicción modifica la forma en que funciona el cerebro, debido a estas modificaciones, la adicción es un problema crónico, pero no es el único problema. El alcohol conlleva muchas complicaciones, siendo la adicción la última de la cadena.


Consumo de alcohol
Los expertos recuerdan que el consumo de alcohol no debe tomarse a la ligera y que, si bien es bueno ser capaces de disfrutar una caña, hay que saber diferenciar entre el disfrute de la misma, del momento en el que su consumo conlleva efectos negativos. Ir aumentando el consumo de alcohol puede ser fácil, pero reducirlo no lo es tanto. El pequeño consumo de una cerveza o uno o dos botellines al día puede no ser un problema, pero a largo plazo puede ser un factor de riesgo, porque tiene «potencial adictivo».
El trastorno por consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave y ocurre cuando el consumo reiterado del mismo interfiere en la capacidad de una persona para ser productiva. Este trastorno puede causar problemas en la salud mental y física. Puede afectar la capacidad de tener relaciones sanas e impedir que una persona cumpla con sus responsabilidades en el trabajo y en el hogar. También puede llevar a una adicción, que es una afección en la que la persona no puede dejar de consumir de forma continua el alcohol.
Los síntomas de la adicción al alcohol son ansiedad por consumirlo, pérdida del control, incapacidad para parar de beber, dependencia física, que provoca el síndrome de abstinencia (sudoraciones, fiebre, temblores, náuseas), puede ocurrir en un lapso de varias horas a 4 o 5 días más tarde de cuando se deja de tomarlo, y la tolerancia (necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol para lograr los mismos efectos).
Puede afectar la capacidad de tener relaciones sanas e impedir que una persona cumpla con sus responsabilidades en el trabajo y en el hogar
Creencias populares acerca del alcohol
La creencia popular más extendida es que el consumo de alcohol no hace daño y que incluso puede ser beneficioso para la salud, esto es una excusa más para consumirlo bajo cualquier pretexto: desde una reunión con amigos hasta como medicina para los ‘males’ del día (cansancio, peleas con el jefe…) o las «alegrías» (celebraciones, terminar la jornada laboral, …), el consumo diario de cerveza está tan arraigado que pocos se atreven a plantearse si su hábito puede desencadenar una adicción.
Muchas personas (cerca del 37%) creen que puede tener efectos beneficiosos. No es la opinión de los profesionales de la salud que no prescribirían alcohol por sus efectos beneficiosos. El beneficio que se atribuye a la cerveza o al vino está en sus componentes, no en el alcohol. Una cerveza sin alcohol aportaría las mismas ventajas. No hay ninguna prueba científica de que beber vino o cualquier otra bebida alcohólica pueda reemplazar los beneficios de la dieta saludable, y de la actividad física.
La percepción de los españoles acerca del consumo de alcohol difiere en gran medida de la realidad. Por mencionar unos datos: un 17% realiza un consumo de riesgo, pero apenas el 6,3% de ellos lo percibe como tal. Y casi el 31% de los españoles perciben como admisibles unas cantidades diarias de alcohol que, según los expertos, ya son de riesgo.


¿Cómo saber si me está afectando el consumo de alcohol?
Para saber si eres adicto, debes preguntarte si el alcohol interfiere en tu rutina y si puedes convertirte en abstemio, aunque sea temporalmente, sin sufrir episodios de ansiedad. En las fases iniciales del consumo de alcohol, no hay consciencia del problema, te gusta y te apetece. Pero si se ha convertido en un hábito (por ejemplo, todas las noches al llegar a casa – un par de copas-) y existe la necesidad de este consumo diario, puede representar un grado de alcoholismo, tienes una dependencia de este hábito, aunque no te influya en nada más durante el día.
Para qué personas es más peligroso el alcohol
- Los adolescentes y menores de 18 años.
- Quienes padezcan alguna enfermedad que el médico les prohíba el alcohol.
- Las mujeres embarazadas (sobre todo los tres primeros meses) o que podrían estar embarazadas.
- Las personas que están conduciendo o participando en otras actividades que requieran destreza, coordinación y estar alerta.
- Las personas que están tomado medicamentos que pueden causar reacciones adversas si se mezclan con alcohol, por ejemplo: las benzodiacepinas y los antigripales.
- Quienes sufren afecciones que pueden empeorar si se consume alcohol (problemas mentales, depresión…).
- Las personas que se están recuperando del alcoholismo o que no pueden controlar la cantidad que beben.
¿Eres adicto al alcohol? Test para evaluar la adicción
Si crees que puedes tener una dependencia al alcohol pueden serte de utilidad algunos test, los encontraras fácilmente en internet. Entre los más conocidos y avalado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es el test de adicción al alcohol AUDIT, válido tanto para adultos como para adolescentes. Otro es el test CAGE (Down, Annoyed, Guilty and Eye Opener).
También puedes recurrir a escribir durante una semana todo lo que bebes. Anota cuando y cuanto alcohol has tomado, al verlo escrito tomarás conciencia. Si el consumo es social y no afecta tanto al día a día es más difícil que la persona sea consciente que tiene un problema. Otra prueba sencilla es, durante una semana no consumir nada de alcohol, si lo cumples, aunque salgas de fiesta con amigos, te muestra que no tienes adicción. Pero si no has sido capaz, entonces tienes un problema y debes buscar ayuda para solucionarlo.
La percepción de los españoles acerca del consumo de alcohol difiere en gran medida de la realidad
Consejos generales si bebes demasiado
- Habla con familiares o amigos y pídeles que te apoyen en tus esfuerzos para dejar de beber. Si beben, pídeles que no beban a tu alrededor. Pasa más tiempo con gente que no beba alcohol.
- Si bebes diariamente, haz «pausas» en el consumo, deja de beber durante unos días (4-5) cada mes.
- No busques apagar la sed bebiendo alcohol.
- Bebe lentamente. Deja el vaso en la mesa entre sorbos.
- Elige tomar bebidas sin alcohol en reuniones y lugares donde puede haber alcohol.
- Dedica más tiempo a las actividades que no incluyan el alcohol; actividad física, cine, museos, etc.
- Busca maneras saludables de sobrellevar el estrés, como hacer ejercicio o meditación.
- La OMS recomienda no esperar demasiados años para combatir esta adicción. Si llevas unos meses consumiendo de forma sostenida mucha cerveza u otra bebida, debes buscar ayuda cuanto antes para reconducir este hábito. Puedes recurrir al médico y también a los grupos de ayuda como las Asociaciones de alcohólicos anónimos.
Recuerda
- Desde la perspectiva de salud no hay consumo de alcohol inocuo.
- El abuso y la dependencia del alcohol pueden tener un efecto negativo en tu vida. Beber demasiado o con demasiada frecuencia puede llevarte a la adicción.
- En el alcohol, como en cualquier droga, ir hacia delante es muy fácil, pero dar marcha atrás es muy difícil.
- Si bebes alcohol, no bebas nunca en ayunas y limita la cantidad que consumes. Beber menos es mejor para la salud que beber más.
- Si tienes dificultad para mantener el consumo de alcohol bajo control, busca formas de cambiar tu conducta. Distráete, haz actividades al aire libre y busca amigos que te apoyen.
- Si no puedes cambiar tus hábitos de consumo de alcohol, habla con un profesional de la salud.
Consulta a tu farmacéutico/a está muy cerca de ti. *La información contenida en esta página tiene carácter divulgativo y no pretende sustituir el consejo médico. Ante cualquier duda, consulte con un profesional de la salud.
- Leer la primera parte: La cara oculta del alcohol
Autora: Dra. Marta Castells, Farmacéutica
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