Las plantas siempre han sido una gran fuente de sustancias medicinales que nos ayudan a conservar la salud y también a resolver algunas situaciones en las que la hemos perdido. El jengibre es uno de esos casos en los que su historia de uso se remonta a muchos miles de años atrás y sus beneficios siguen siendo estudiados en la actualidad. En la cocina y en la medicina, el jengibre tiene mucho que aportar.

Jengibre
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Zingiber officinale Rosc. (Zingiberacae), comúnmente conocida como jengibre, es una planta herbácea perenne nativa del noreste de la India y con una larguísima historia de cultivo desde hace más de 3000 años. Su nombre original es «sringavera», un vocablo sánscrito que significa «en forma de cuerno», después pasó al persa como «dzungebir» y al griego como «dziggibris», en latín se convirtió en «zingiber» del que se derivó su nombre en español como «jengibre». El rizoma de jengibre es grueso, carnoso y nudoso y es una de las especias alimenticias más populares con un sabor acre único y se prescribe como una conocida medicina tradicional china. Como uno de los componentes más importantes en la cocina, el jengibre se convirtió en un elemento principal en la ruta de las especias ya en los siglos XI y XII d.C. Debido a su sabor característico se agrega ampliamente en una serie de productos alimenticios como refrescos de cola, dulces, pan, etc. Culinariamente tiene un papel importante en toda la cocina asiática, africana y caribeña; es parte integrante del curry indio, el Ras el Hanout árabe y siempre acompaña, marinado, al sushi y al sashimi en la comida japonesa.

Actualmente, el jengibre se cultiva en unos 50 países del mundo que se encuentran en su mayoría en las regiones tropicales y subtropicales, siendo los principales productores India, China y Nigeria, que representan el 35, 19 y 12% de la producción mundial, respectivamente. India es, con diferencia, el mayor productor de jengibre con una capacidad de producción anual de aproximadamente 1,07 millones de toneladas (datos del 2017). De allí no solo se suministra al mercado indio, sino que también se exporta a Marruecos, Estados Unidos, Bangladesh y Reino Unido. China es el segundo mayor productor, con 0,58 millones de toneladas producidas (datos del 2017), y que exporta a Japón, Corea y Vietnam.

Tradicionalmente, el jengibre fresco se usa para tratar el resfriado, el vómito, el malestar estomacal, los escalofríos, la tos, las alteraciones del bazo y el colapso de energía Yang

La parte medicinal del jengibre son principalmente los tallos subterráneos o rizomas. Hay tres productos de rizomas de jengibre que se utilizan y se enumeran en la Farmacopea China, el jengibre fresco o Shengjiang, el jengibre seco o Ganjiang y el jengibre torrefacto o Paojiang. Su uso medicinal se remonta a unos 2.000 años atrás, está descrito en el legendario Shennong Bencaojing que fue la base de la Farmacopea más antigua del mundo, una de las cuatro obras clásicas de la Medicina Tradicional China y la primera especializa en materias medicinales herbales. Tradicionalmente, el jengibre fresco se usa como medicina herbal para tratar el resfriado, el vómito, el malestar estomacal, los escalofríos, la tos, las alteraciones del bazo y el colapso de energía Yang. En el contexto de las náuseas y vómitos por el embarazo se considera que se debe tener precaución puesto que faltan estudios para confirmar que no pueda haber efectos negativos en el desarrollo del feto.

Jengibre
123rfLimited©stylephotographs. Jengibre, aliado en el tratamiento de Alzheimer

Desde la década de 1910 y hasta la fecha se han aislado e identificado una amplia variedad de compuestos biológicamente activos del jengibre incluyendo análogos de gingerol, diarilheptanoides, fenilalcanoides, sulfonatos, glucosidos de monoterpenoides y otros como el gingerol, el shogoal o la zingiberona. Más de 160 componentes en total con un gran potencial para la cocina y la salud y más de 70 componentes identificados en el aceite esencial que son responsables de su peculiar aroma, entre ellos el pinol, linalol, geraniol, citral o el borneol. Todo un compendio de sustancias bioactivas que son responsables de la amplia gama de efectos farmacológicos del jengibre. Este potencial medicinal se está investigando exhaustivamente, en áreas tan interesantes como los efectos protectores sobre el sistema gastrointestinal, sistema nervioso y cardiovascular, hígado y riñón, y los efectos anticancerígenos, hipolipemiantes, antiobesidad, antidiabéticos y otros. Son muchos los estudios que aportan datos interesantes como los que siguen.

Beneficios a nivel gastrointestinal

Los trastornos gastrointestinales, incluyendo dispepsia, náuseas, vómitos, gastritis y alteraciones en el colon son comunes y el jengibre se consume como gastroprotector. Su efecto antiinflamatorio y antioxidante ayuda a proteger la mucosa de todo el tracto gastrointestinal y también se ha observado en algunos trabajos que puede ayudar a reducir la motilidad y los espasmos intestinales. Hay estudios que parecen demostrar su eficacia contra la larva de Anisakis.

El jengibre posee un potencial prometedor para inhibir la proliferación de múltiples células cancerosas, como los cánceres de colon, hígado, pulmón y cuello uterino

Efectos en el sistema nervioso

Cada vez más estudios han documentado que los extractos de jengibre o algunas de sus sustancias bioactivas mostraron efectos potenciales en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y en la mejora de las células nerviosas dañadas. Parece que puede tener actividad neuroprotectora, reducir la neuroinflamación y también mejorar la función cognitiva. También en este caso su actividad antiinflamatoria y antioxidante se consideran de particular importancia para estos efectos protectores.

Efectos en el sistema cardiovascular

En nuestro contexto, muchas personas tienen niveles altos de colesterol total y colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL) cosa que, en última instancia, predispone al cuerpo a la aterosclerosis y a múltiples complicaciones cardiovasculares. Parece que el consumo de jengibre ayuda a reducir de forma significativa el colesterol total (CT), los triglicéridos y el colesterol-LDL en plasma. En estudios en animales se ha observado que puede ayudar a reducir los niveles de tensión sanguínea gracias a un efecto vasodilatador y, en este sentido, parece que es más eficaz el jengibre fresco que el seco. Además, se están estudiando otros mecanismos de acción que lo apuntan como un posible buen agente terapéutico a nivel cardiovascular.

Parece que el consumo de jengibre ayuda a reducir de forma significativa el colesterol total (CT), los triglicéridos y el colesterolLDL en plasma

Potencial frente al cáncer

El jengibre posee un potencial prometedor para inhibir la proliferación de múltiples células cancerosas, como los cánceres de colon, hígado, pulmón y cuello uterino. Algunos de los componentes bioactivos del jengibre a los que se les atribuye actividad en el contexto del cáncer son principalmente flavonoides y compuestos fenólicos, como quercetina, rutina, epicatequina y ácido salicílico, además de algunos de sus componentes principales, como el gingerol y el shogaol.

Aunque el jengibre lleva milenios como remedio terapéutico en medicina oriental, sobre todo en Medicina China Tradicional, en la actualidad, existe también un número creciente de estudios que están demostrando sus múltiples beneficios para la salud y los mecanismos de acción de sus compuestos bioactivos. El futuro puede ser prometedor si la investigación continua para confirmar que este rizoma puede ser el origen de grandes remedios farmacológicos también en la medicina occidental.

Autora: Dra. Laura I. Arranz, Farmacéutica y Dietista – Nutricionista

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