La diabetes es una enfermedad del metabolismo, tanto de los carbohidratos, como también de las grasas y de las proteínas. Se trata de una de tantas enfermedades de la civilización, favorecida por una alimentación errónea en cantidad y calidad. Las cifras de diabéticos del tipo II (la que es adquirida) no paran de crecer: es la que padece una gran mayoría de población y a la que nos referimos aquí.

¿Qué falla en la diabetes?
En la diabetes hay una carencia de insulina, una hormona que segrega el páncreas. La insulina actúa en la mayor parte de los tejidos de nuestro organismo favoreciendo el paso de la glucosa (elemento energético básico de que dispone nuestro cuerpo) de la sangre al interior de las células, a fin de que pueda ser metabolizada (aprovechada) en ellas.
Dieta vegetariana
Es muy importante que el paciente diabético se abastezca de una dieta rica en frutas y verduras. Son alimentos de naturaleza alcalina que nos ayudarán a neutralizar o combatir la tendencia hacia la acidosis que presentan las personas con diabetes. Recordemos que una de las funciones de la insulina es oponerse a la liberación de los ácidos grasos libres que suele ocurrir normalmente en el tejido graso (adiposo).
Los ayunos periódicos favorecen el descanso y reconstitución de un páncreas agotado
Comer con moderación, ayunar periódicamente
No sólo el consumo regular de azúcar conduce a la diabetes. También el comer demasiado, porque entonces se forma glucosa en gran cantidad, con lo que agotaremos la actividad de las células del páncreas destinadas a segregar insulina. Por otra parte, las células adiposas (que contienen grasa) se hacen más resistentes a la acción de la insulina que las normales, por lo que la persona obesa precisa más insulina que la de peso normal. En la diabetes hay también problemas de sobrepeso, lo cual sobrecarga las funciones normales de otros órganos: el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones, el hígado. A través de una alimentación sana —¡un poco más frugal!— ayudaremos a «descargar» ese metabolismo alterado provocado por la diabetes.
Los ayunos periódicos favorecen el descanso y reconstitución de un páncreas agotado. Incluso muchos diabéticos que precisan habitualmente de insulina u otros medicamentos antidiabéticos, pueden prescindir un tiempo de ellos si se someten a una adecuada cura de ayuno. Y, naturalmente, una dieta vegetariana —o vegana, con alimentos naturales— hará que tu cuerpo responda mejor a la insulina.
Rehuir cualquier tipo de carbohidrato refinado (desnaturalizado)
Los carbohidratos refinados, como el azúcar y la harina «blanca» (no integral) se absorben muy rápidamente por el intestino, con lo que reclaman una rápida secreción de insulina por parte del páncreas. Debido a la poca secreción de insulina que padecen las personas diabéticas, gran cantidad de glucosa («azúcar») que pasa a la sangre no puede ser tomada por las células de los tejidos y en particular por el hígado, perdiéndose en una determinada proporción por la orina.
Es muy importante para el diabético una masticación prolongada, así como el comer despacio
En cambio, los carbohidratos sin desnaturalizar, tal como los encontramos en las verduras, frutas o cereales integrales y legumbres de la agricultura ecológica, se absorben poco a poco en el intestino gracias a los residuos y materiales protectores que poseen. De esta manera no sobrecargan ni agobian de forma tan enérgica una secreción de insulina ya insuficiente por parte del páncreas.
¡Masticar bien!
Además, puesto que los cereales integrales, frutas, verduras, etc., precisan de una masticación más prolongada, además de preparar mejor la secreción de saliva y de jugo gástrico, consiguen que el páncreas tenga más tiempo para segregar insulina, por lo que el aprovechamiento de los carbohidratos en general y de la glucosa, en particular, será mayor. Es pues muy importante para el diabético una masticación prolongada, así como el comer despacio. Es preferible, incluso, hacer cinco pequeñas comidas al día que las tres habituales, pero más copiosas.
Los carbohidratos son… ¡necesarios!
Por eso las dietas a base de proteínas y grasas, que buscan evitar un aporte excesivo de carbohidratos, no solucionan nada, pues para que las primeras puedan metabolizarse (aprovecharse) precisan de una determinada cantidad de carbohidratos. Aparte de que los restos metabólicos de las proteínas y las grasas producen un aumento de acidez de la sangre, perjudicando la salud y normal funcionamiento de los riñones, vasos sanguíneos, hígado, sistema nervioso, ojos (retinas), etc.

Una alimentación falsa y superabundante, por parte del enfermo diabético, es la primordial responsable de las peligrosas complicaciones que pueden surgir en el curso de la enfermedad.
¿Vegetarianos o veganos?
En la actualidad, entre los vegetarianos no existe la obsesión nutricional del pasado hacia los huevos y lácteos, tal como podemos notar sobre todo entre vegetarianos que ya llevan unos cuantos años de práctica: son casi veganos. Los beneficios de una dieta vegetariana dependen del tipo de dieta y de los alimentos que elijas al seguirla. Se da el caso de veganos debutantes que al principio llenan la despensa con imitaciones de carne animal, o sucedáneos de embutidos o pescado que son poco recomendables desde el punto de vista de la salud. En cambio, el aporte proteico de los alimentos proteicos ‘plant based’, como por ejemplo el tempeh, es perfectamente recomendable para todo el mundo.
Un ejercicio físico moderado y frecuente, practicado al aire libre, es de gran provecho en caso de diabetes
Beneficios de una dieta vegetariana en caso de diabetes
En todo caso, éstos son los beneficios de una dieta vegetariana, también en caso de diabetes:
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Una dieta estrictamente vegana es libre de colesterol, baja en grasas saturadas y rica en fibra soluble. Y una dieta vegetariana baja en grasa puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y presión arterial alta. La enfermedad cardiovascular es una complicación común de las personas que tienen diabetes.
- Promueve un peso saludable. Las dietas vegetarianas son a menudo más bajas en calorías que las dietas no vegetarianas, lo cual normalmente ayuda a controlar el peso. Además, las personas que siguen una dieta vegetariana suelen tener índices de masa corporal (IMC) más bajos que las personas que siguen una dieta no vegetariana. Un peso corporal saludable puede mejorar el control del azúcar en la sangre y reducir el riesgo de complicaciones de la diabetes.
- Mejora el control del azúcar en sangre y la respuesta a la insulina. Si comemos verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, —características de una dieta vegetariana— mejorará el control del azúcar en la sangre y hará que el cuerpo responda mejor a la insulina. Esto se traduce en menos fármacos y menos complicaciones relacionadas con la diabetes.
Los beneficios de una dieta vegetariana dependen del tipo de dieta y de los alimentos que elijas al seguirla
De todas formas, es importante tener en cuenta que incluso una dieta vegetariana puede tener efectos negativos sobre la glucosa en sangre si es rica en carbohidratos simples, especialmente almidones, como las patatas y pasta no integral o semi integral, o el pan y el arroz blanco.
También conviene tener en cuenta…
Un ejercicio físico moderado y frecuente, practicado al aire libre, es de gran provecho en caso de diabetes, porque con él se activa el metabolismo de la glucosa en las células (especialmente en los músculos) de nuestro organismo. Además, aumenta la producción de insulina, porque mejora la irrigación del páncreas debido al aumento de la actividad circulatoria de los órganos intestinales
Autor: Jaume Rosselló, Editor especializado en salud y alimentación
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