El cáncer oral es el que ocurre en cualquier parte de la boca. A veces también se incluye en este grupo por su proximidad el cáncer orofaríngeo; la faringe es la parte de la garganta que podemos ver desde fuera y que incluye las amígdalas.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer oral y orofaríngeo?
Este tipo de cáncer suele ocurrir en mayores de 55 años y es más frecuente en varones, donde es el octavo tipo de cáncer por frecuencia. Los tumores que ocurren en la cavidad oral y faringe pueden tratarse; la tasa de curación o supervivencia a los 5 años es del 85% cuando el cáncer aún no se ha extendido, por lo que el diagnóstico precoz es esencial.
El signo más frecuente y característico es una llaga que no cicatriza bien y no se cura. Otros signos tempranos que se pueden observar son:
- Nódulos (bultos) o manchas persistentes rojas o blancas en cualquier parte de la cavidad oral.
- Cambios en la voz, dolor de garganta que no se pasa, sensación de obstrucción en la garganta.
- Dolor mantenido en la mandíbula, en la lengua, en los dientes, en las mejillas o incluso en los oídos.
- Mal aliento que no se puede corregir con las medidas habituales.
- Sensación de tener la lengua o la boca “dormidas”.
Siempre he tenido muchas llagas en la boca, ¿esto me predispone a tener cáncer?
No, las llagas o aftas se deben en la mayoría de los casos a infecciones virales, a veces bacterianas; a traumatismos leves o a quemaduras con alimentos o bebidas muy calientes. Estas llagas curan bien y no dejan secuelas. Tener aftas con frecuencia por infecciones virales puede indicar que el sistema inmune está debilitado y esto en sí mismo merece atención.
Tener aftas con frecuencia por infecciones virales puede indicar que el sistema inmune está debilitado y esto en sí mismo merece atención
No hay que confundir una llaga con una mancha blanca-grisácea, llamada leucoplasia, o una mancha rojiza que a veces sangra y llamada eritroplasia. Estas manchas sí pueden ser lesiones pre-cancerosas y hay que ocuparse de ellas cuanto antes.
¿Existen los tumores “benignos” en la boca y faringe?
Sí, por ejemplo fibromas en lengua, encías o mejillas; papilomas (verrugas, suelen deberse a infección por virus), angiomas (crecimiento de los vasos sanguíneos en una zona localizada) o nevus. Estos tumores benignos se presentan generalmente como bultos bien delimitados y crecen lentamente durante años. Aunque no evolucionan a cáncer ni dan lugar a problemas por sí mismos es mejor quitarlos y analizarlos para estar seguros de su origen.
¿Se puede prevenir el cáncer oral?
Aunque no todos los cánceres se pueden prevenir, sí que se puede disminuir el riesgo. El factor de riesgo principal es el tabaco (todos los tipos: cigarrillos, pipa, tabaco de mascar…). De hecho, el 90% de estos tumores se producen en fumadores. El alcohol es el segundo factor de riesgo importante. Una persona que fuma y bebe alcohol regularmente tiene casi cien veces más riesgo de tener cáncer oral u orofaríngeo.
Como en otros tipos de cáncer, una dieta pobre en frutas y verduras aumenta el riesgo de desarrollar tumores oro-faríngeos, así como una higiene oral deficiente. La excesiva exposición al sol puede aumentar el riesgo de los tumores que aparecen en los labios. También se cree que el virus del papiloma humano, que se contrae por contacto sexual, puede jugar un papel en el desarrollo de algunos de estos cánceres.
Las lesiones pre-cancerosas o cancerosas precoces pueden ser detectadas durante las visitas al dentista
¿Cómo se diagnostica este cáncer?
Cualquiera de los cambios en la boca, en la garganta o en la voz que se han comentado más arriba es motivo para consultar con el médico lo antes posible. Las lesiones pre-cancerosas o cancerosas precoces pueden ser detectadas durante las visitas al dentista, por lo que es muy importante mantener estas revisiones regularmente.
Las personas fumadoras deben examinarse la boca regularmente, no descuidar las revisiones odontológicas y por supuesto, hacer todo lo posible por dejar de fumar.
Cuando hay una lesión sospechosa, la forma más eficaz de saber si es o no cáncer es realizar una biopsia: consiste en la extirpación de una parte de la lesión y su estudio bajo microscopio para identificar el tipo de células. Si la lesión no es fácilmente accesible se puede utilizar una endoscopia, una sonda con luz que puede penetrar hasta la faringe o más allá y examinar bien toda la cavidad.
Para estudiar la posible afectación de estructuras cercanas y la extensión o no del cáncer se usan pruebas de imagen como el TAC, la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones.
- Para saber más visite: www.cancer.org
Autora: Doctora Miriam Martínez Biarge, Núm. Col. Madrid 53.890
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