¿Quién en algún momento de la vida no se ha encontrado triste sin motivo aparente y sin saber por qué? Una situación, de general muy común, que tiene su origen en la serotonina. En concreto, en la falta de serotonina. A este neurotransmisor se le conoce como hormona de la felicidad. Lo produce de natural el organismo y su misión es regular el estado de ánimo. Cuando los niveles de serotonina son normales nos sentimos felices, tranquilos, emocionalmente estables y centrados. Nos sentimos bien.

serotonina
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¿Qué es la serotonina?

La serotonina, o 5-hidroxitriptamina (5-HT), es un neurotransmisor que el organismo sintetiza a partir del triptófano, aminoácido esencial que el cuerpo no produce y que lo obtiene a través de la dieta. Por este motivo, una deficiencia en triptófano puede acarrear niveles bajos de serotonina.

Cuando se produce deficiencia de serotonina se manifiestan efectos negativos sobre la salud mental y física

La síntesis de la serotonina la llevan a cabo dos órganos, el cerebro y el sistema digestivo. En el cerebro son los núcleos del rafé, agregados de neuronas que se hallan en la columna medial del tallo encefálico, los encargados de esta síntesis y del flujo de serotonina. En el sistema digestivo la síntesis la realizan las células enterocromafínicas ubicadas en todo el tubo digestivo. La gran mayoría de la serotonina del cuerpo humano se encuentra en el tracto gastrointestinal, concentrándose un pequeño porcentaje, no mayor de un 10 %, en las neuronas del sistema nervioso.

Funciones principales

La serotonina es un neuromodulador esencial en el organismo. Permite la regulación de los estados de ánimo, de las funciones fisiológicas como la locomoción, la respiración y la función intestinal, y de las emociones. Participa en las conductas social y alimentaria, ayuda a dormir, a digerir, está involucrada en el reloj biológico que controla los ritmos circadianos, facilita la atención, controla la ansiedad y las náuseas. La serotonina también ayuda a reducir la depresión, a curar las heridas y a mantener la salud de los huesos.

Regula la función sexual inhibiéndola. Altos niveles de serotonina se asocian con una libido reducida mientras que niveles bajos de serotonina están vinculados a un aumento de la libido. Y el sueño, ya que es la responsable de activar las partes del cerebro que controlan el sueño y la vigilia. En función de qué área cerebral estimule dormiremos o nos mantendremos despiertos.

Como el principal enemigo de la hormona es el estrés, es fundamental buscar la calma y la armonía

¿Qué ocurre si hay deficiencia?

Cuando se produce deficiencia de serotonina se manifiestan efectos negativos sobre la salud mental y física. La deficiencia ocurre si la hormona no se produce en suficiente cantidad o no actúa de forma eficiente sobre los distintos órganos del cuerpo. A nivel psicológico, la falta se asocia con ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, agresividad, insomnio, comportamiento impulsivo, demencia y deterioro cognitivo. A nivel físico, se producen trastornos del metabolismo, de la coagulación de la sangre, en el balance de energía, sobre la digestión, en el equilibrio de azúcar, la función cardiaca y hepática, la producción del dolor y la respuesta del sistema inmunológico. Los factores que influyen en la bajada del nivel de serotonina en el organismo son variados y tienen causa diversa, y su origen es tanto endógeno como exógeno.

Los factores endógenos son principalmente los cambios hormonales, la menopausia, el embarazo o la edad avanzada. Entre los factores externos implicados en su disminución encontramos cuatro principales, que son: seguir una alimentación deficiente y pobre en nutrientes, una falta de exposición a la luz solar, consumir drogas y medicamentos, y, sobre todo, sufrir estrés, ya que las situaciones de estrés crónico anulan la producción de serotonina.

Es del todo preciso seguir una alimentación saludable, rica y balanceada, libre de sustancias dañinas y perjudiciales

Incrementar la producción de serotonina

Es posible incrementar de forma natural la producción de la hormona llevando un estilo de vida basado en hábitos saludables. Como el principal enemigo de la hormona es el estrés, es fundamental buscar la calma y la armonía. Las prácticas que permitan el relax y la paz interior deben ser potenciadas. Pasear, leer, disfrutar de la vida, hacer yoga y meditar son prioritarios, al igual que adoptar una actitud positiva ante la vida. Practicar ejercicio físico diario mejora el estado de ánimo y permite la secreción de serotonina. Dormir bien, en cantidad y calidad, restablece los niveles normales de la hormona. Es del todo preciso seguir una alimentación saludable, rica y balanceada, libre de sustancias dañinas y perjudiciales. Se deben consumir alimentos ricos en triptófano, vitaminas y omega-3. Frutas, verduras, pescado azul, frutos secos, legumbres, tofu, soja, semillas de calabaza, nueces, huevo y chocolate negro.

Autor: Raúl Martínez, Dietista-Nutricionista, biólogo

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