Un sistema inmune en forma es imprescindible para que nuestro organismo esté sano y funcione de manera óptima. Gracias a él, constantemente se están produciendo en nuestro cuerpo procesos de sanación: combate bacterias, mantiene los virus bajo control, mata parásitos y células tumorales… Por eso, cada vez más, las investigaciones se centran en los tratamientos específicamente dirigidos a tratar y apoyar el sistema inmune. Pero, dada su tremenda complejidad e interrelación con otros sistemas del organismo, es fundamental y prioritario hacerlo de forma respetuosa con el funcionamiento natural de éste.


¿Qué es la Microinmunoterapia?
Precisamente en junio de este año tendrá lugar el II Congreso Internacional de Microinmunoterapia, que vuelve a resaltar la importancia de la inmunidad en el organismo humano y su enmascaramiento detrás de muchas enfermedades. Este año se centrará en el inmunometabolismo como enfoque y la inmunomodulación como estrategia. Se abordarán también: el tema de la inflamación crónica y las enfermedades asociadas (diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares…), las distintas herramientas terapéuticas y los métodos de diagnóstico.
La Microinmunoterapia, propuesta hace ya 55 años por el doctor belga Maurice Jeaner, aunque no es muy conocida, lleva aplicándose, sin embargo, desde entonces con muy buenos resultados en numerosas patologías en las que está implicado el sistema inmune (como enfermedades autoinmunes, oncología, infecciones de diferente origen, enfermedades con trastornos inflamatorios o producidos por el estrés, entre otras). En realidad, hoy en día ya se sabe que casi todas las patologías tienen una implicación del sistema inmune.
Años de investigación
Desde sus inicios, se han llevado a cabo numerosos estudios científicos que avalan su eficacia y seguridad: hay estudios en pacientes con tumores metastáticos, otros en afectados por Epstein Barr virus crónico, en pacientes con VPH (virus del papiloma humano), asma, alergias, artritis reumatoide y otras patologías, que se pueden consultar en las páginas web de las asociaciones de microinmunoterapia de España, Bélgica, Alemania, Francia y Gran Bretaña. Y siguiendo los últimos avances en nanofarmacología, bioquímica y biología molecular, se han abierto nuevas líneas de investigación en el campo de la regulación del sistema inmunológico.
De esta forma se consigue que un sistema inmunitario alterado pueda recuperar la capacidad de reaccionar a una agresión o desajuste, de forma natural y eficaz
Pero fue en 1967 la primera vez que el doctor Maurice Jeaner, tras 40 años de investigación y experiencia clínica, tuvo la idea de administrar ADN y ARN altamente diluido y dinamizado a pacientes con cáncer y así pudo comprobar cómo se estimulaban sus defensas inmunitarias sin provocar daños en el organismo. Durante los años 70 siguió comprobando que, el mismo modo de preparación, se podía aplicar a otras sustancias inmunoreguladoras, como las citoquinas, los factores de crecimiento o las quimioquinas. Así desarrolló diferentes fórmulas específicas para diferentes patologías aplicando una inmunoterapia no agresiva y carente de efectos secundarios.
Reajustar un sistema inmunitario alterado
Podríamos definir entonces, la microinmunoterapia, como una inmunoterapia en bajas dosis, destinada a regular el sistema inmune, restablecer su funcionamiento natural y/o frenar su reacción cuando ésta es exagerada. Emplea sustancias inmunitarias, preparadas en bajas dosis (denominadas low y ultra-low doses), con el fin de respetar en todo momento el funcionamiento de la inmunidad natural de la persona.
De esta forma se consigue que un sistema inmunitario alterado pueda recuperar la capacidad de reaccionar a una agresión o desajuste, de forma natural y eficaz. Pero la microinmunoterapia no fuerza al sistema inmunológico en una dirección determinada ni bloquea su función. Únicamente, transmite información de forma suave y sutil, favoreciendo su capacidad de autorregulación.


Como ya también se ha comprobado desde otras disciplinas como la Psiconeuroinmunoendocrinología (de la que hablamos en el nº5 de El Botiquín Natural), los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico comparten un lenguaje bioquímico común basado en neurotransmisores, citoquinas y hormonas, por lo que se influyen mutuamente. Y las alteraciones de este complejo circuito de control pueden contribuir al desarrollo de numerosas enfermedades. Por este motivo, patologías actuales, de tipo hormonal (miomas, endometriosis, problemas de fertilidad…) autoinmunes (psoriasis, artritis reumatoide, fibromialgia…), neuropsíquicas (ansiedad, depresión…) y cancerígenas son abordadas e investigadas desde la PNIE atendiendo a esta interrelación de los diferentes sistemas del organismo.
De la misma manera, la Microinmunoterapia contempla estas interrelaciones y es empleada en el campo de la dermatología, neurología, ginecología, geriatría, oncología, gastroenterología, pediatría o medicina del deporte, entre otros.
Diagnóstico, estrategia y forma de administración
En general, la microinmunoterapia es compatible con otros tratamientos y se suele integrar de manera personalizada y adaptada al paciente teniendo en cuenta su personal inmunidad (a través de serologías y otras pruebas diagnósticas que muestran el estado de los posibles patógenos) así como otros aspectos: genotipo (herencia genética), estado nutricional, emocional, medioambiente en el que vive, actividad física. Por eso no hay un tratamiento estándar.
Como en todas las acciones que tienen lugar en nuestro organismo (desde realizar un movimiento, regenerar un tejido, estimular secreciones, destruir células tumorales…) se establece una comunicación entre las células implicadas. Y normalmente, estos sistemas de comunicación celular se organizan en forma de cascada y en secuencias, es decir, las células se van activando y comunicando su mensaje de unas a otras, sucesivamente.
La microinmunoterapia entra en este diálogo entre las células y reproduce de forma idéntica la cascada de reacciones del sistema inmunitario con el fin de optimizar su capacidad de funcionamiento frente las amenazas internas y externas. Pero no lo fuerza, simplemente le da una información de manera suave para recuperar el equilibrio y en consecuencia, la curación.
La microinmunoterapia entra en este diálogo entre las células y reproduce de forma idéntica la cascada de reacciones del sistema inmunitario
La forma de administración es a través de pequeños glóbulos, colocados dentro de cápsulas (similares a los de la homeopatía) que se abren y se depositan debajo de la lengua para que se absorban lentamente. Las cápsulas tienen diferente dilución, por lo tanto, diferente capacidad de estímulo. La precisión con la que actúa la Microinmunoterapia, sigue el principio de Arndt-Schultz utilizado en la farmacología clásica: las diluciones más bajas estimulan, las medias equilibran y las altas frenan.
Pascal Mensah, experto en inmunología y director médico del I Congreso Internacional de Microinmunoterapia, reconocía que «se ha demostrado, tanto in vitro como en vivo con animales, que existe un efecto terapéutico real con tratamientos con bajas concentraciones. Hasta 2010 se consideraba que a menos dosis, menor efecto del medicamento, pero ahora se tiende a pensar que la relación entre ambos conceptos no es una recta línea, sino curva, con lo que podemos lograr buenos resultados con dosis menos tóxicas de los mismos principios activos».
Actualmente, según los datos de Labolife (laboratorio farmacéutico de microinmunoterapia), alrededor de 4000 médicos de toda Europa utilizan a diario la microinmunoterapia en sus consultas y cada año son tratados más de 250.000 pacientes. La AEMI (Asociación Española de Microinmunoterapia) ofrece en su web la información para localizar a los profesionales especializados según su ubicación.
Autora: Marta Gandarillas, Periodista especializada en Salud Natural, Titulada superior en Naturopatía y Terapeuta de Jin Shin Jyutsu
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Tengo 63 años, sexo femenino, en agosto el año 2019, me hice una ecografía de control y me hallaron una masa en el cuerpo de mi páncreas de 6 cm, de bordes bien definidos, corroborada por tomografía, me iban a realizar una una pancreatectomía, pero vino la pandemia y todo se paralizó. Lo raro es que no tengo síntomas, ni dolores, nada, quien me observa sin saber lo que tengo parezco una mujer sana, tengo energía, alegría, vitalidad. Es un caso muy raro, y hace poco me fui al mismo médico radiólogo ecografista y dice que a crecido esa masa 1 cm y mi vesícula tiene 3 pólipos el más grande 3 mm. Lo raro es que sigo sin síntomas, ni dolores, y pronto me sacarán una resonancia con contraste: colangio resonancia. Quisiera saber si puedo ser observada y seguir tratamiento de microinmunoterapia, creo mucho en la medicina natural. Pero hasta ahora por el seguro de mi país, sólo me han ofrecido cirugía el 2019, ahora no sé que me ofrecerán, pues son médicos cirujanos oncólogos. Espero su orientadora respuesta. Soy de Perú.